Y bien, a punto de cumplir su primer mes de vida, es buen momento para hacer un pequeño repaso sobre el controvertido Apple Music.
En primer lugar, y para los más despistados, ¿qué es Apple Music? Pues por encima de todo, un servicio de streaming de música, con un catálogo de unos 30 millones de canciones y que por un precio de 9.99$ ó 9.99€ al mes puede ser todo tuyo. Añade además servicios de curación (palabro que en castellano supongo que no existe como tal, y que viene a equivaler a recomendación), y una especie de radio denominada Beats1.
¿Por qué lo de controvertido? Pues por varias razones:
En primer lugar, por el ya famoso anuncio de Apple que le hizo ponerse a gran parte de la industria independiente en su contra, ya que anunciaron que los tres meses gratis que disfrutarían los usuarios no correrían de cuenta de una compañía que acumula billones de dólares en el banco, sino sobre las espaldas de los sufridos artistas, que serían los que dejarían de cobrar sus fracciones de céntimo por reproducción durante esa fase inicial. En esto surgió la defensora de los artistas desamparados, también conocida como Taylor Swift, que igual que hizo con Spotify, decidió despacharse a gusto contra Apple. Al final, donde dije digo, digo Diego, y por supuesto desde Apple pagaremos a los artistas durante esos tres meses pero qué bien nos ha venido esa publicidad extra que necesitábamos para darle relevancia a nuestro nuevo juguete.
En segundo lugar, la polémica viene marcada por las expectativas respecto al servicio de Apple, que siendo el líder en descargas digitales gracias a iTunes, ha tenido que comprar a precio de oro una compañía como Beats para hacerse, por un lado, con una línea de auriculares que son tan caros y hipsters como deficientes en el momento en que tu música no está compuesta por bajos machacantes; y por otro, hacerse con una supuesta plataforma de streaming. que era lo que Beats estaba lanzando en el momento de su adquisición y que, remozado, es ahora el que lanza Apple con el equipo de Beats de Jimmy Iovine y Dr. Dre junto con el jefe de Nine Inch Nails, Trent Reznor.
Otro punto polémico aparece relativo a cómo encaja este servicio dentro de la filosofía de Apple, qué quieren conseguir con Music exactamente. Es decir, está claro que su iTunes como plataforma de compra de canciones digitales como modelo estaba agotado, pero podrían haber comprado Spotify directamente, y en cambio se dedicaron a reconstruir Beats. Además, parece que Apple, el gran disruptor, ha llegado tarde y el modelo es demasiado similar al establecido. Esto, unido a las declaraciones de Iovine al respecto de qué es exactamente Music y qué busca (una plataforma para artistas, más que para usuarios) hace que nadie esté muy convencido de dónde está realmente el valor o la diferenciación respecto a sus competidores.
Y por último, la polémica viene porque es Apple, y al igual que disfrutan de una legión de fanboys, también tienen un gran número de hateboys que aborrecen todo aquello que ofrece y que representa la marca de la manzana, sean teléfonos, relojes o servicios de streaming.
En cuanto a la recepción por parte de los usuarios, pues por ahora, fría. Debo confesar que no lo he utilizado, y lo primero de todo es porque soy terriblemente malo cuando se trata de salirme de un servicio o de una suscripción. En segundo lugar, no había leído nada que lo hiciese diferente de Spotify, así que pensé que seguiría con mis compras de CDs y algunos vinilos, escuchando Spotify free y Bandcamp y poco más, porque como Apple, una vez pasados los tres meses, no tiene opción gratuita, para qué siquiera sumarse. Afortunadamente, tengo dos excelentes amigos que son usuarios de Spotify Premium y que sí han probado Apple Music y el feedback es el mismo: difícil de saber manejarse con él, nada intuitivo, es decir, lo que en términos técnicos se conoce como UX (user experience, experiencia de usuario), algo que nadie esperaría de un producto Apple, que siempre han tenido en su facilidad de uso uno de sus puntos fuertes. Para lo que hay, no se mueven de Spotify,
Por otro lado está el feedback que uno se encuentra en Internet (aquí uno de muchos ejemplos) y que habla de un producto con múltiples fallos, con una versión móvil aceptable pero que no está nada clara en los ordenadores de sobremesa y los portátiles, donde por supuesto funciona a través de iTunes; con docenas de usuarios que hablan de miles de archivos perdidos al sincronizar sus librerías pre-Music, que recomiendan realizar un backup de todos los archivos musicales, etc. Tan acostumbrados como están al éxito en Cupertino, parece que necesitan seguir trabajando mucho para convertir Music en otro de sus característicos éxitos comerciales.
Por mi parte, cuando me han preguntado por Apple Music siempre he dicho lo mismo: es bueno que Apple entre en el streaming, porque de esa forma el conjunto de la industria gana. Aquí lo interesante es que los fanboys se pasen en masa a pagar 120€ ó $ al año, porque de esa forma los artistas tendrán otro fuente de ingresos importante. Por supuesto algunos se marcharán de Spotify, Deezer o Pandora, pero muchos otros serán nuevos pagadores de streaming. Y es lo que digo siempre, cuando en vez de 10 millones de usuarios premium, Spotify, Apple y los demás tengan 200 millones, entonces hablaremos de una industria, y por supuesto de unos ingresos para los artistas, muy diferente a lo que vemos hoy en día.
Pingback: Bandcamp, el servicio de streaming para nuevos artistas - El Futuro Perfecto