Los madrileños Toundra, una de las bandas europeas que mejor se mueve en el terreno del post-rock o post-metal instrumental, están a punto de publicar su cuarto larga duración, que tras los anteriores «I», «II» y «III» sólo podía llevar el título de «IV». Lo que he escuchado del mismo por ahora apunta, de nuevo, a discazo; pero no es el objetivo de hoy hablar de la extraordinaria música del cuarteto, sino sobre una característica más o menos novedosa de su inminente mini-gira a nivel nacional, y es que estarán experimentando nuevas fórmulas de vender la música en formato físico.
Toundra estarán tocando los tres últimos días del presente mes en Madrid, Barcelona y Valencia y para ello, en asociación con la poderosa Ticketmaster y la no menos potente FNAC, han ideado el siguiente formato: junto con la entrada, el comprador tiene la opción de comprar también el CD (digipack, edición limitada) o el vinilo (gatefold black, 2LP, incluye CD). Ticketmaster ofrece las entradas en paquete y FNAC se encarga de la parte logística, que es entregar los discos.
¿Qué cosas no he entendido demasiado bien de todo esto, sin tener toda la información y sin ser un experto en estos temas?
En primer lugar, porqué era FNAC necesaria, puesto los discos quizás se hubieran podido entregar en la entrada del concierto, pero bueno, quizás es lo de siempre, cada uno tiene un rol, y la empresa que se encarga de facilitar el acceso a las salas quizás no se quiera responsabilizar de entregar los CDs y LPs, y lidiar con las correspondientes excepciones que puedan ocurrir. También que por supuesto cada persona que vaya a FNAC a retirar su dicso es un potencial nuevo cliente para la cadena, por supuesto, así que tiene sentido que se involucren.
Por otro lado, es destacable la participación y el esfuerzo del grupo, que por lo que he podido leer en su Facebook absorbe la pérdida/lucro cesante por esos CDs y LPs. Ahí lo que no tengo claro es si iba a haber mucha diferencia entre la gente que lo haya comprado anticipado y la que lo iba a comprar a la salida del concierto. Es decir, que si me daban un buen precio en el concierto, yo (y espero que mucha otra gente) nos llevaríamos el CD o el LP para casa, y eso es algo que yo viví de primera mano durante el anterior concierto de Toundra en la misma sala Joy Eslava. Hay otra cosa interesante a este respecto, y es que algunos fans de toda la vida de la banda les han recordado su antigua política de no cobrar a más de 10€ las entradas de sus conciertos, o que eso era lo que solían costar sus CDs cuando los editaba la independiente española Aloud Music.
Tampoco he entendido, y es un tema que me indigna, el tema de los gastos de distribución. Es algo que ninguna persona que compremos entradas para eventos musicales vamos a entender nunca, pero en este caso la tomadura de pelo raya lo grotesco. ¿O sea que Ticketmaster me cobra más gastos por la entrada porque compre también el CD y el LP?, ¿pero esto qué sentido tiene?. Es inadmisible y es un robo, porque yo entiendo que me pueden cobrar más porque FNAC tendrá unos gastos derivados de entregar esos discos, pero entonces que lo ponga bien claro y los diferencien claramente; todo lo demás es inaceptable, por la misma razón que los gastos de distribución de las entradas nunca deberían establecerse en función del precio de la misma, puesto que para Ticketmaster el gasto informático, e incluso de papel si me las imprimieran, es el mismo ponga en el precio 20€ o 140€. Pero ahí está, es una lástima no ser abogado colegiado y saber de esto para plantar una bonita demanda ante la oficina del consumidor.
Y finalmente un tema preocupante: la entrada sin ningún tipo de formato físico asociado costaba 15,50€. Con CD se iba a 21€. Es decir, estabas pagando 5,50€ efectivos por la edición limitada del CD en digipack. En el caso del LP, unos 26€, es decir, menos de 11€ de diferencia con «solo la entrada». Y bien, ¿qué es lo primero que se acaba?. Las entradas «a pelo»; es decir, mucha gente ni a 5,50€ compra hoy en día un CD o un LP a casi unos 10€. Y eso que esta escena del post-rock es muy dada a la compra de formatos físicos, más incluso vinilo que CD. Pues bien, hoy, a 10 días del concierto de Madrid, lo que todavía quedan son entradas con vinilo, un vinilo que en FNAC se encuentra rebajado a 20€. Que al final en un entorno de crisis económica como el que continuamos teniendo es destacable que el grupo vaya a conseguir colgar el cartel de no hay entradas, pero yo sinceramente esperaba que las últimas entradas en agotarse fueran las sencillas.
En fin, seguiremos atentos para ver qué tal ha ido la experiencia del grupo con esta iniciativa, que a pesar de todo yo considero muy interesante e innovadora, y les deseo el mayor de los éxitos, así como con el nuevo álbum.