Al hilo de la entrada sobre crowdfunding de hace un tiempo, he estado pensando en otras formas alternativas de crowdfunding que he estado observando y que creo que tienen buenas posibilidades de convertirse en modelos alternativos de negocio, sobre todo en esta época de estrecheces económicas.
En primer lugar quería hablar de este sello finlandés llamado Blood Music, que en poco tiempo ha alcanzado cierta notoriedad en el underground del metal extremo por las lujosas re-ediciones, normalmente en vinilo, que está produciendo para determinados artistas. Así, cada una de las re-ediciones se encara como un proyecto en edición muy limitada y se fundamenta en conseguir una demanda inmediata a nivel mundial para financiar el proyecto. Veamos por ejemplo la ya famosa caja de Strapping Young Lad, cuáles han sido los pasos y en qué consiste el trabajo de esta gente y cómo lo financian.
En primer lugar, banda y sello deciden trabajar juntos en una edición de lujo, para fans muy fans y coleccionistas, de toda la obra de la banda canadiense. En el caso de SYL, se juntan todos los álbumes publicados, que nunca vieron la luz en vinilo (hablamos de un grupo que funcionó de 1994 a 2007 aproximadamente) y esta será la primera vez que lo hagan. Además, se añaden todos aquellos temas que vieron la luz fuera de esos álbumes y se añaden algunas cosas como un vinilo de 7». Se añaden algunos extras a modo de golosinas, se diseña una lujosísima caja, se deciden las diferentes versiones a producir y, aquí viene la parte novedosa, se pone en pre-venta. Es decir, los compradores (en pocas horas estaba casi todo agotado) lo que hacen es pagar de inmediato por algo que van a recibir 2-3 meses después. Claro, esto sólo funciona si la compañía vende todas o casi todas las unidades, porque de lo contrario tendrían problemas de inventario enseguida, y además ya han tenido algunos gastos anteriores (pruebas, diseños, etc). Por suerte, esta gente son muy profesionales, las ediciones son muy limitadas (a la vez que con un precio respetable, debería añadir) pero tienen su público objetivo, la larga cola que siempre comento, que paga religiosamente por adelantado. Y bien, con ese dinero se financia el proyecto y unos meses después aparece la caja de marras en casa.
He encontrado un video muy bueno de un tío explicando gran parte de esto, aunque no la parte financiera, que para mí es la diferencial, aunque quizás otro día sí que volvamos a hablar de Blood Music para hablar de coleccionista música, ediciones deluxe ultralimitadas, etc…
La segunda es una fórmula que sólo he visto testada muy parcialmente en España, pero que creo que puede tener cierto futuro, y es el crowdfunding para montar conciertos. Esto me ha venido a la mente por varios sitios: primero, Spike Lee ofreciendo como uno de los premios de su reciente campaña de crowdfunding en Kickstarter la posibilidad de tenerle en un cine contigo y 50 amigos comentando películas, etc. y decía «entre unos amigos ponéis 100$ y yo me cojo un avión y voy allí» . Por otro lado, también leí a Zoe Keating, que preguntaba directamente a sus fans dónde podría montar un concierto cercano a uno que ya tenía contratado; y por último, en algún momento leí en algún foro a un chaval que quería montar un concierto y para eso recaudaba la pasta, porque primero quería conseguir el dinero y luego montarlo. Decía bien claro que si luego no había concierto (que obviamente no lo hubo) devolvería el dinero, y yo pensé «buena idea», aunque quizás la comunicación del chaval fue un poco naïve.
Pero pensemos bien la idea: es muy complicado que una sola persona se gaste su dinero en traer a un artista para dar un concierto en Madrid, por ejemplo. Y quizás los promotores profesionales no estén interesados por la razón que sea en traerlo. ¿Puedes organizar una colecta para ello en cualquiera de los sitios de crowdfunding, de tal forma que si luego no hay suficiente gente pues se devuelve el dinero y ya está? Porque ya sabemos que poner 2000€ uno solo no es lo mismo que encontrar 100 almas gemelas a 20€… y por muy minoritario que sea un grupo, hoy en día siempre encuentras esas almas gemelas (de nuevo, la larga cola). En fin, creo que esto puede dar mucho de sí, pero la idea es similar a la de Blood Music: se paga por adelantado, y la diferencia es que si en este caso no hay suficiente demanda, pues no hay concierto. Obviamente todo esto hay que plantearlo correctamente desde el punto de vista legal, qué acuerdo tienes con el artista («hazte un pre-booking para esta fecha y te lo confirmo como muy tarde este día»), etcétera… pero como en todos estos casos, en el crowd (en la masa) está la solución. Y esto puede ser positivo desde el punto de vista tanto de los fans como de la banda, a la cuál pueden «salirle» conciertos en los lugar más insospechados.
Lo mejor de todo es que esta idea ya ha funcionado en algún momento:
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