A vueltas con el repertorio: The Cure, Europe y King Crimson

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Cuando están de gira, los repertorios o setlists de los grupos siempre es un tema delicado, ya hablé del tema en su momento en la entrada en que comenté sobre esa gran plataforma que es setlist.fm, y que es de gran utilidad para saber qué puedes esperar de un concierto, en caso que estés dudoso si acudir, o puede servir como el mayor «spoiler» para aquellos que normalmente preferimos vernos sorprendidos por el grupo en cuestión. Y esta semana hemos tenido en Madrid algunos ejemplos caprichosos relacionados con los repertorios.

En primer lugar, después de muchos años sin pasar por aquí, los reyes del rock progresivo hacían dos fechas consecutivas en Madrid, y durante 3 horas cada día deleitaron a sus fans con set-lists relativamente diferentes los dos días, tanto en los temas como en el orden de los mismos. Este es un buen ejemplo de concierto especial de verdad para fans, con unos señores que ya tienen una edad respetable, pero que devuelven a sus fans cada euro invertido en la entrada del concierto. En contraposición a ellos, tenemos montones de grupos sin su grandeza que racanean a sus fans en los conciertos; quizás el caso más sangrante sea el de Paradise Lost, grupo del que me considero superfan. Si a su ya simplemente correcto directo le sumamos el que tras más de 25 años de carrera, son incapaces de ofrecer más de 90 minutos de concierto, dejan siempre una sensación de lo que podría haber sido y no fue, al menos a mí. Culpa mía en cualquier caso, que le he visto más de 15 veces y sigo picando cada vez que vienen a Madrid.

 

 

Además de King Crimson, otros dos grupos, que se hicieron mega-conocidos en la segunda mitad de los 80 en España como son The Cure y Europe, aterrizaron en Madrid la misma semana.

En el caso de Europe la gira se anunciaba como el 30º aniversario de su álbum más exitoso, «The Final Countdown», famoso en el mundo entero por el tema título, un himno que puede competir por ser uno de los tres temas más famosos de los 80s sin ningún problema, en una década exuberante musicalmente.

Así pues, todos los presentes pagamos religiosamente nuestros 42€ de entrada (aforo completamente vendido en Riviera), no tanto por escuchar de nuevo el tema en cuestión, que lo tocan siempre, sino por escuchar el disco entero en un ejercicio de nostalgia, y porque además es un muy buen disco.
La sorpresa viene al poco de comenzar la actuación cuando Joey Tempest anuncia que no iban a tocar un disco entero, ¡sino dos!. Yo soy de los que piensan que merece la pena ir a ver estos revivals de disco entero y pagar más si es necesario, pero ¡ay, madre mía!, que se tocan también entero el reciente «War of Kings», que por supuesto en Riviera casi nadie había escuchado. En ese momento todos asumimos que ese es el precio a pagar si queremos escuchar el «The Final Countdown» enterito, pero el problema es que «War of Kings» entero deja fuera clásicos de Europe que no están en ninguno de los dos álbumes como «Superstitious» o «Prisoners in Paradise», que no deberían faltar.

El troleo luego es máximo cuando comienzan la segunda parte del concierto, es decir, el disco de «The Final Countdown» con el himno homónimo. ¿Pero esta no debería ser la última canción? Pues no, Europe tocan el disco en riguroso orden, lo cuál hace que sus tres mayores hits caigan todos seguidos en mitad del concierto, y que de ahí en adelante sólo ese enorme «Cherokee» vuelva a ser coreada con cierta intensidad por los fans; al final, tienen incluso que volver a tocar una pequeña parte del «The Final Countdown» para que el sabor de boca no sea tan agridulce.

Parece que en cualquier caso los suecos podrían haber trabajado algo más el setlist, quizás el propio concepto de la gira, y porqué no, el merchandising de la misma, que daba vergüenza ajena verlo; las camisetas de los vendedores fuera de la sala tenían mejor calidad que las del merch oficial del grupo.

 

 

Mira que soy enemigo absoluto de mirar setlist.fm y de tachar de spoilers a los que lo consultan, pero al final voy a tenerle que dar la razón a un amigo que dice que el gran problema de los spoilers no es setlist.fm, sino los propios grupos que hacen una gira europea en modo piloto automático y cuyo concierto en Madrid es exactamente igual que el de Praga o el de Londres.

Por contra, The Cure, con unos cuantos añitos más en sus piernas que Europe, están dando conciertos cada 2 días de 2 horas y 45 minutos, y entre 28 y 32 temas. Por lo que me han contado, han ensayado 90 temas, y más o menos con una esqueleto de unos 20 temas fijos (que incluye sus mayores éxitos y otras que me imagino que le apetece tocar a Robert Smith), cambian un montón el repertorio de una noche a otra. En mi caso, un domingo lluvioso, oscuro y miserable como pocos en Madrid, muy apropiado ya no sólo para los Cure, sino para un festival de funeral doom, no fue problema para que los ingleses agotaran las entradas con muchísimos meses de antelación y el Palacio registrara un lleno hasta la bandera. Según algunos amigos míos, nos tocó el repertorio B, pero es que no hay A y B, sino tantos repertorios como se le ocurran al señor Robert Smith. Es verdad que en Bilbao optaron por un repertorio que comenzaba con la maravillosa «Plainsong», y que incluía hasta ocho temas de «Disintegration» y en Madrid lo basaron mucho más en «Wish» y en «The Head on the Door».

Pero qué quieres que te diga, cuando un grupo, pese al precio alto de las entradas (84€ la entrada de pista, el doble de Europe) toca semejante repertorio, el hecho de que seleccionen unas y no otras ya va acorde con el gusto personal; en mi caso, sólo escuchar el «Burn» de la banda sonora de «El Cuervo» me pareció una noticia excelente, otro amigo se quejaba que en Madrid no tocaron «Charlotte Sometimes»; otros que la última vez, hace 8 años, se fueron a las 3 horas de concierto con 35 temazos… en fin, para gustos los colores, aunque en el caso de los Cure suela ser siempre el negro.

 

Sobre JR

Javier Roa ha escrito 137 entradas en este blog.